Me gusta ver la salida del sol. Las flores se desperezan para sacudirse el rocío caído durante la noche. Los pájaros adormecidos comienzan a acicalarse sus plumas y la vida comienza un nuevo ciclo. Me gusta observar los colores rojizos que tiñen el cielo, pero soy una gata y por tanto un ser nocturno, así que cuando el espectáculo del nacimiento comienza y el sol empieza a herir mis corneas, me retiro a mi refugio a soñar como sería una vida diurna. Me gusta lo que sueño, pero me gusta más mi realidad.
lunes, 19 de febrero de 2018
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