jueves, 16 de diciembre de 2010

Prueba a ser.


Prueba a volar sin alas, a escapar del monótono letargo que se adhiere a tus sentidos. A sentir caricias olvidadas hace tiempo, a encontrar perfumes que te envuelvan sin tocarte y despertar al nuevo día con los ojos cerrados. Prueba a sentirte musgo que tapiza las laderas de tu vida, y a correr colina abajo aunque el vértigo te asuste y sientas miedo. A sentirte espada que desgarra el viento y que abre tu camino hacia mundos que creías solo existen en los cuentos. Prueba a ser barquito de papel y sentir que surcas ríos, aunque el agua esté revuelta y te arrastre la corriente. Y a sentirte trigo que se mece con el viento y que dobla tus deseos sin que llegues a romperte. Prueba a se halcón que surca el cielo y a sentirte arcilla modelada por tus propias decisiones. Y ser copo de nieve a los ojos de un niño, mágico destello, efímero y brillante. Prueba a ser pepita de oro perseguida y deseada y escaparte de sus manos cuando crean que te tienen y a quitarte las espinas de heridas cicatrizadas, que marcaron tu destino y que ahora te acompañan. Puebla a ser la mano que revuelve sus cabellos y a sentirte escalofrió inesperado en una tarde de verano. Y veras que el mundo gira sin parar y que existe mucho más, que la fría piedra bajo la que te escondes.