
Despierto de mi letargo y observo el mundo que me rodea. Colores, sabores, olores que me envuelven, me besan y me acarician. La brisa eriza mi vello y la bruma refresca mi cara. Los sonidos me visten y los olores me desperezan. Ahora camino de nuevo y mis pulmones se llenan de aire. Inhalo y exhalo la vida a través de mi sonriente boca. Deslumbro con los destellos que salen de mis ojos. Estoy sobre el eje de la tierra, que nuevamente vuelve a girar para mí.